miércoles, 18 de agosto de 2010

Improvisación: lo mejor de masterizar

Me encanta contar historias y quien me conoce, sabe que suelo "aderezar" los hechos reales al contarlos para entretener un poco más o enfatizar ciertos aspectos. Hasta ahora, de las cosas que más he disfrutado al masterizar D&D para mis compañeros, es descubrirme desviandome completamente de una trama que traía pensada según las reacciones, razonamientos y deseos de los personajes.

Cuando los jugadores tienen una idea entre ceja y ceja distinta a lo esperado, la primera reacción es: "ya va, esto no concuerda con todo lo que traigo preparado para ellos hoy" y ponerles un camino sin salida que los obligue a hacer lo que yo espero que hagan para restomar el "guión" aproximado que tiene la aventura. Pero para mi, eso es un reto que merece un "¡Que demonios! Veamos a donde nos lleva esto".

Anoche, por ejemplo, las exploraciones y dudas de los jugadores con respecto a determinada caverna y sus pozos de agua subterránea, dieron origen a un épico desenlace que ha mejorado enormemente la historia, haciendola más compleja y poniendole un suspenso muy divertido a la aventura. Aparecieron criaturas acuáticas de sombra y una reliquia ancestral, terremotos y escapes milagrosos. Incluso, la pérdida de un miembro del grupo y el deseo de ayudarlo a costa de cualquier esfuerzo.

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Definitivamente, la aventura no la escribe el DM, sino que cada jugador, con sus ideas y decisiones, va narrando una campaña.

Si quieren leer más sobre la campaña que estamos llevando, pueden verla en Obsidian Portal.

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